Diferencias entre TEA y Autismo - Hablando del Trastorno del Espectro Autista
Hoy, me gustaría hablaros sobre el TEA o Trastorno del Espectro Autista, más concretamente acerca de los niños y adultos que presentan este tipo de neurodivergencia bastante frecuente (uno de cada 100, en adultos y niños) y con un mayor número de diagnóstico en hombres.
En ocasiones, el trastorno del espectro autista es difícil de diagnosticar, ya que no existen pruebas médicas que lo diagnostiquen, solo podemos diagnosticarlo conductualmente, observando los patrones de comportamiento de una persona, su historial de vida y sus relaciones sociales y laborales.
¿Cuáles son las características básicas del espectro autista?
En la actualidad, podemos hablar de dos características básicas del TEA:
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Se aprecia un deterioro persistente de la comunicación social recíproca y actividades que destacan por ser monótonas y repetitivas.
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Su conducta, intereses y actividades están limitados y son repetitivos.
Como en todos los trastornos, el nivel gravedad se mide en una escala que va desde el primer grado hasta el tercero ¿En qué consiste cada grado? Bien, el primer grado consiste en personas que apenas precisan de ayuda, pero que presentan dificultades para iniciar y mantener las relaciones sociales. Puede parecer que tienen poco interés en las relaciones sociales, pueden comunicarse con frases completas, pero fallan en la conversación amplia y tienen acercamientos raros que suelen fracasar a la hora de hacer amigos.
El segundo grado, necesita una ayuda notable, ya que falla en las aptitudes de comunicación, social, verbal y gestual. Con inicio muy limitado de relaciones sociales, se comunica con frases sencillas y los gestos acompañantes resultan extraños.
El tercer grado presenta deficiencias graves en la comunicación y en el funcionamiento.
Diagnóstico
Recibir un diagnóstico temprano es importante para acceder a los apoyos y servicios especializados, sobre todo en la infancia, cuando recibir atención temprana es una necesidad.
Esta atención temprana va dirigida a los niños y familias de 0 a 6 años, a su familia y a su entorno.
Como en todas las patologías, algunos síntomas destacan por encima de los demás:
- Hasta los 12 meses: escasa mirada de reciprocidad no muestra movimientos de anticipación antes de ser cogido en brazos, falta de interacción en juegos recíprocos, como cu-cu tras o las cosquillas.
- Entre los 12 y 18 meses: ausencia y escaso uso de balbuceo, sonidos o palabras sencillas y de pequeños gestos recíprocos, como decir adiós o señalar.
- A partir de los dos años: existe un retraso en el lenguaje, en la imitación de las acciones y en la falta de interés en relacionarse con otros niños.
A lo largo de mis años de experiencia, los padres de niños con diagnóstico de TEA buscan un diagnóstico diferente tras haber sido diagnosticado un hijo. Algo que no critico pero, es importante empezar a tomar medidas cuanto antes, independientemente de si se busca a mayores otro diagnóstico.
Es importante mencionar, que algunas personas en el espectro del autismo llegan a la vida adulta sin ser diagnosticadas, principalmente las que presentan alto coeficiente intelectual, que presentan un uso mejor del lenguaje y unas manifestaciones más leves.
Las personas con TEA tienen mayor frecuencia de trastornos de ansiedad, como la ansiedad social.
Los adultos o niños con TEA también pueden tener TDAH, presentando síntomas de ambos diagnósticos. En estos casos, también es frecuente la asociación con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
Del Autismo, el diagnóstico en adultos sigue siendo frecuente, ya que la sintomatología pasa desapercibida. Y se reciben diagnósticos incompletos o erróneos.
Dichos adultos pueden haber desarrollado otro tipo de problemas de salud mental, como la ansiedad o la depresión.
Indicios de TEA en adultos
Algunos de los indicios que podemos observar para detectar que un adulto tiene TEA son:
- A esa persona se le percibe como alguien raro, introvertido, callado, ingenuo, que no se entera de que le toman el pelo.
- Su tono de voz es inusual y los gestos que hace no corresponden con lo que dice.
- Tiene un interés intenso y duradero por temas específicos, pueden parecer faltos de responsabilidad y tener dificultades para realizar tareas del hogar y mantener un trabajo estable.
- Un rasgo común es la dificultad en las relaciones sociales, la incomodidad que presenta en muchos ambientes sociales y su escaso éxito social.
Casi un 94% de los adultos con TEA tienen reconocida una discapacidad, muchos de ellos están desempleados y más de la mitad, vive en el hogar familiar.
Diferencias entre TEA y autismo
Si has llegado hasta este post, es muy probable que hayas buscado en Google «Diferencias entre TEA y Autismo«, por esta razón quiero explicarte algo.
El autismo, es un término en desuso, actualmente, se sustituye por los Trastornos del Espectro Autista (TEA). Esta condición, entra dentro de los Trastornos del Neurodesarrollo, entre los que se incluyen:
- La discapacidad intelectual (leve, moderado,grave).
- Los trastornos de la comunicación: el trastorno del lenguaje, trastorno fonológico y trastorno de la fluidez o tartamudeo y trastorno de la comunicación social.
- El trastorno por déficit de atención, inatento, mixto y leve, moderado, grave según la intensidad de sus síntomas y la funcionalidad.
- El trastorno específico del aprendizaje: con dificultades de lectura, escritura, matemática.
- Los trastornos motores: el trastorno del desarrollo de la coordinación, trastorno de movimientos estereotipados y trastornos de tics, como el Trastorno de la Tourette.
- Trastornos del espectro autista: especificando si está asociado a otro trastorno del neurodesarrollo y la gravedad, si necesita ayuda y en qué medida, también especificando si existe déficit intelectual acompañante.
Como siempre, recordad que esto es un artículo basado en mi conocimiento y mis experiencias personales como psiquiatra que ha atendido a un número considerable de pacientes con TEA en Salamanca. En ningún caso recomiendo el autodiganóstico y me parece esencial en caso de sospecha de esta – o cualquier otra enfermedad – la visita a un profesional. Si necesitas a un especialista en TEA, no dudes en contactar con nosotros a través de los canales habituales (Teléfono, email, WhatsApp o redes sociales).