
Nueva Normalidad
En esta Nueva Normalidad estamos observando procesos de ansiedad y estrés que, para la psicoterapeuta Amy Morin, se trata de sentimientos normales. Son temores de que nos falten dos de las necesidades más relevantes para las personas, la seguridad física y la económica y laboral.
La seguridad física trata de mantener la salud y evitar el contagio por COVID-19. El riesgo es mayor para las personas mayores, para las personas con enfermedades respiratorias crónicas , inmunodeprimidos, hipertensos, con sobrepeso y diabéticos e incluso para embarazadas.
¿Cómo nos ha afectado el confinamiento, la pandemia y la Nueva Normalidad?
Esta situación, ha provocado cierres de empresas y ceses laborales. De esta manera, produce ansiedad durante el trayecto al trabajo en transporte público, las reuniones entre amigos, los desplazamientos largos en medios colectivos, etc.
Con la Nueva Normalidad nos acompaña el teletrabajo y las clases on line para los estudiantes, con la incertidumbre de estos nuevos métodos, aún en desarrollo y el conflicto de la conciliación familiar, mal llamada de esta forma, porque poco puede conciliar su teletrabajo un progenitor compartiendo las tareas escolares de los niños en casa.
Por otra parte, el confinamiento durante la pandemia, a pesar de la disminución de libertad de movimientos, ha hecho que el hogar nos proporcione sensación de seguridad y hay personas a las que les está costando más abandonar la ésta para abrirse a una realidad en la cual persiste el virus y la sensación de miedo. Un miedo leve es bueno porque nos protege de las imprudencias y de los contagios, pero cuando el temor es la emoción dominante, puede llevarnos a actitudes poco saludables como la limpieza compulsiva de la casa, búsqueda obsesiva de información, miedo a salir y contagiarse y/o contagiar a los demás. Es necesario hacer una aproximación gradual al mundo exterior, comenzando por lugares cercanos y conocidos y después ampliar el radio de nuestros movimientos. Las medidas de higiene con el gel hidroalcoholico y la mascarilla nos ayudarán, sabiendo que estamos siguiendo un protocolo que nos protege.
Lo que sí está claro, es que las consultas por ansiedad, miedo, nerviosismo, depresión, insomnio y desconfianza en el entorno, han aumentado de forma importante, también el consumo de alcohol se ha visto incrementado durante este tiempo, con las dificultades para abandonar su consumo debido a su poder adictivo.
Muchos autores hablan ya de Síndrome de Estrés Postraumático, frecuente en las grandes catástrofes, con sus secuelas.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) ha advertido de las consecuencias para la salud mental que está teniendo la Pandemia Covid-19, con un posible aumento de trastornos y de suicidios. Por esta razón ha solicitado a los gobiernos potenciar la ayuda psicológica.
Se recomienda la priorización de tareas, mantener el ocio y como meta procurar un tiempo de calidad. Buscar actividades que combatan la ansiedad como el deporte, yoga y mindfullness y socializar, ayudan a fortalecer la autoestima y a disminuir la tensión viviendo un presente pleno y organizado.
Desde el punto de vista laboral, complejísimo por cierto, se recomienda la diversificación de las fuentes de ingresos, reinventarse laboralmente, o establecer algunos cambios que nos ilusionen y nos pongan de nuevo en el objetivo del mercado.