¿Hay alguna relación entre verano y depresión?
El Doctor Norman Rosenthal es conocido por haber estudiado y dado nombre al SAD, trastorno depresivo estacional. También se dedicó a tratar a través de la Meditación Trascendental a personalidades conocidas como Paul McCartney, Ringo Starr y Martin Scorsese.
Este autor contribuyó a mostrarnos que solo un 10% de las depresiones estacionales se producen en el verano, este tiempo tan lleno de luz y altas temperaturas.
¿Por qué ocurren este tipo de depresiones?
El Dr. Rosenthal, asegura que el cerebro de algunas personas, tiene dificultades para adaptarse a este exceso de luz y sus ritmos de sueño se ven afectados. Parece que estas personas tienen una respuesta invertida a la luz y, el hecho de que los días sean más largos – obviamente – hacen las noches más cortas.
- El calor impide el sueño reparador. A partir de los 36 grados, el cerebro se encuentra afectado y los pensamientos fluyen más lentos.
- El empeoramiento de las alergias de las vías respiratorias es más frecuente en primavera y verano.
- También se reactivan los problemas relacionados con la imagen corporal. La playita y la piscina nos «obligan» a ponernos el bañador y eso puede desencadenar un problema de confianza estética.
- Se rompe con la rutina durante estos meses, teniendo más tiempo libre y se hace frente a los gastos derivados de las vacaciones.
Algunos síntomas…
Sentir tristeza, baja energía, baja autoestima, ansiedad, cambios de humor con irritabilidad, ansiedad, insomnio, cambios en el apetito (tanto incrementado como reducido) y, en los casos más graves, ideas de suicidio. Si estos síntomas se producen durante dos semanas, es necesario consultar con el especialista.
Y del tratamiento, ¿qué sabemos?
Con respecto al tratamiento, así como existe un tratamiento de fototerapia exponiéndose a la luz para la depresión invernal – hablamos de esto hace un tiempo -, no existe un tratamiento similar para la depresión veraniega.
Los especialistas recomendamos realizar ejercicio en las primeras horas de la mañana, llevar un horario estructurado, pasar el tiempo en lugares frescos y con sombra, realizar actividades que nos gusten y emplear técnicas de relajación así como mantenernos hidratados y bajar todas las persianas para dormir.
En caso de que los síntomas sean muy intensos, el tratamiento con antidepresivos ayuda.
¿Afecta a todos por igual?
Existen algunas personas que tienen más riesgo para desarrollar la depresión veraniega:
- Las personas mayores que necesitan cuidados y se alarman ante la disminución de su red de apoyo durante el buen tiempo – habitualmente por las vacaciones -.
- Personas cuidadoras por excelencia – esos héroes sin capa, y por qué no decirlo, sin sueldo – de hijos y otros familiares, que se pueden sentir inútiles si estos se van de vacaciones.
- Adolescentes en los que la separación de su grupo de habituales durante el verano les afecta mucho.
- Trabajadores incansables que no se dan un respiro durante el año, pueden sentirse extrañados de no tener tan estructurado su tiempo.
- Personas con problemas en la autopercepción corporal, que temen mostrase con poca ropa o sudar en exceso.
Terminando…
Como siempre os decimos, si habéis encontrado coincidencia con algún síntoma por favor, acudid a un especialista. El contenido de este y de todos los artículos es algo demasiado global como para autodiagnosticarse y no sustituye en ningún caso la visita a un especialista.
Si quieres contactar conmigo, no lo dudes, puedes utilizar WhatsApp, email o teléfono.
Dicho esto, disfrutad del verano 🙂