
Si vuelve el confinamiento ¿Cómo nos afectará?
En la situación previa a la pandemia, vivíamos en una certeza de probabilidad de salud, tal vez algo ilusoria, hacíamos planes a medio y largo plazo, viajes, programábamos reuniones…
La pérdida de este pensamiento de que estábamos “protegidos” y la ciencia médica llegaba hasta sus últimas consecuencias en todos los campos, nos hacía sentir muy seguros y la pandemia nos ha enseñado, que actualmente somos vulnerables y dependemos los unos de los otros; concepto en el cual no era frecuente pararse a pensar. Tenemos que aprender a pensar en términos de comunidad, en lugar del individualismo anterior. Ha cambiado el escenario.
Durante el confinamiento y la pandemia se ha incrementado el caso de personas que han padecido ansiedad, síntomas hipocondríacos, insomnio, depresión… personas qué nunca habían tenido síntomas, han tenido que acudir a terapia, tomar algún fármaco para aliviar la ansiedad o la depresión.
Actualmente volvemos a caminar en la incertidumbre por el cambio en las cifras diarias de contagios, pensamos qué los meses de atrás habían sido sólo un parón en nuestras vidas y nos vemos caminando…con menos luz, con un presente y futuro cambiantes…es cómo cambiar de la luz de buena iluminación a moverse con una linterna o el móvil, tenemos que medir cada paso que damos.
Cuando el ser humano pierde algo, un ser querido, una situación económica, la comodidad, la facilidad de la comunicación y predecir el futuro… toda pérdida conlleva un duelo y un duelo es un proceso complejo, que lleva tiempo de evolución y muy buena disposición y actitud positiva…se ponen en marcha emociones como la negación (de ahí los negacionistas de la enfermedad), el enfado, la depresión y posteriormente la negociación para adaptarse a una nueva situación y encontrar unas respuestas diferentes…
Es incómodo, el duelo es incómodo y no estamos habituados a pasarlo… En este nuevo escenario, la humanidad debe centrarse en el presente y en los pequeños valores de la vida, los esenciales. Y pensar que la expresión de afecto puede no tener que transmitirse en un abrazo real, sino en una cercanía, en una palabra, en un gesto de amabilidad, hacer más amable esta nueva realidad cada momento, sería un gran objetivo, un gran reto humano…Ánimo, valor, cohesión social, apoyo y sensibilidad, pueden ser los nuevos valores para este momento tan especial.